SONETO
A PABLO IGLESIAS
El brazo en alto y el
puño cerrado,
contra el absolutismo y
la barbarie
luchamos aunque ya no
importe a nadie
los hechos que el ayer
ha relatado.
Obviamos lo vivido y lo
pasado
mientras sea próspero
nuestro baile.
La guita propia no
sufra desaire:
nada hay más pobre que
un soldado.
Y si se cuecen habas,
nada importa,
mientras no las cuezan
en nuestra olla
y nos salpique el
aceite hirviendo.
Que se torne tu lengua
silenciosa:
vuélvase la paciencia
una joya
y pasará de largo todo
estruendo.